1/9/14.- Por entender que pudiera ser del interés general de la población, reproducimos una carta publicada en el último número del periódico local La Higuerita en la sección Cartas al Director:
Una veraneante contenta
Estimado señor director:
Me llamo Amalia Calve y vivo normalmente en Madrid pero
tengo mi piso de descanso en esta preciosa isla llamada Cristina.
Primeramente quisiera felicitarle por haber mantenido vivo
el periódico durante tantos años hasta alcanzar los cien, cosa muy difícil con
la crisis que tenemos y seguramente que le habrá costado hasta dinero de su
bolsillo. Enhorabuena Don Rafael.
Me atrevo a escribirle esta carta porque estoy cansada de
ver gente quejarse constantemente de nuestra segunda casa, estamos cogiendo los
veraneantes una fama que no me gusta y no somos todos iguales. Durante el resto
del año en nuestras ciudades de origen estamos calladitos y es llegar al pueblo
y es un no parar de decirle cosas feas, que si está sucia, que si la zona azul,
que si no hay banderas, que si el puente de madera. Perdónenme pero me hierve
la sangre cuando veo críticas sobre cosas insignificantes, hay otras mas graves
de las que preocuparse y no estar todo el día buscándole los tres pies al gato.
A ver si dejamos tanta política, total para unos días que vamos a estar aquí.
Miren ustedes, yo vengo a Isla Cristina desde hace 27 años y
antes no había banderas azules y la playa estaba igual de preciosa que ahora.
La misma arena y con el mismo agua, incluso ahora con mas comodidades porque
tenemos pasarelas para no quemarnos los pies y servicios para no tenerlo que
hacer en el agua. A mí me dan igual las banderas si la playa está limpia. Y
señores, está limpia cuando llego a las diez u once de la mañana pero muy sucia
cuando me voy sobre las tres de la tarde. ¿Quién la ha ensuciado? Y como a la
playa lo aplico a todo el pueblo. Por la mañana pasan los barrenderos, lo dejan
todo bien y a las dos horas esta todo otra vez igual, Asumamos que somos
guarros y no escurramos el bulto.
Sobre el puente de madera no creo que los responsables lo
cierren por gusto, algo estará mal para cerrarlo y supongo que se arreglará
pero si no se arregla y lo tienen que tirar pues tampoco pasa nada porque nunca
ha habido puente y hemos ido a la playa. Creo que las cosas se han sacado un
poco de sitio, vamos eso creo yo. Nos quejamos aquí de lo que no nos atrevemos
en nuestra ciudad.
Yo no quiero que los isleños se lleven una imagen mía de que
soy una veraneante psada y que protesta por todo durante el tiempo que estoy
entre ellos, yo vengo a este paraíso natural porque me gusta sus habitantes, su
muelle pesquero, sus atardeceres, su olor a sardina asada, las salinas, el
bullicio del mercado, sus playas naturales y casi vírgenes, su luz, sus niños
jugando en las plazas, los marineros sacando el pescado de sus barcos, pasear por
el paseo marítimo, acompañar a la
Virgen del Carmen, echar la tarde en Las Palmeras y cuando ya
no me guste o me canse o se cansen de mí, pues me iré callada, sin levantar
polvareda porque es ensuciar sin sentido esta preciosa Isla que me ha acogido
con los brazos abiertos y me acaricia cada verano que llego.
Estimados amigos, disfruten de sus vacaciones, relájense y
¡Viva Isla Cristina Preciosa!