Cada vez se ve menos, pero todavía se da que privados o
colectivos “cuelgan” imágenes negativas de Isla Cristina con la intención de
denunciar públicamente unos hechos incívicos o, incluso, delictivos, para que,
por quien corresponda, sean corregidos.
Piensan
que de esta forma ayudan a solucionar el problema y, sin embargo,
automáticamente, se convierten en parte de él, ya que lo primero que se
consigue no es solución, todo lo contrario, amplificar el hecho incívico o
delictivo que se quiere denunciar.
Todo
lo que se “cuelga” o publica en Internet queda para siempre o cuesta ingente
cantidad de dinero poderlas eliminar, teniendo que contrarar empresas
especializadas que viven de eliminar ese rastro, y nunca lo consiguen del todo.
Es
triste introducir en Google “ISLA CRISTINA”, por ejemplo, y entre infinidad de
atractivas postales de la ciudad, sus playas, hoteles, servicios, fiestas y
lugares de impresionante belleza, aparezcan otras negativas que, en parte,
ensombrecen las primeras, aunque, afortunadamente, nunca del todo.
Lo perseguible, la denuncia pública en Internet para
que se solucione algo, consigue, como primer efecto de todos, justo lo
contrario, perjudicar la imagen de lo que se quiere arreglar. Esto debería ser
censurado por la gran mayoría de aquellos que ven claramente en la supuesta
denuncia, no la búsqueda de una solución, sino el rédito personal o colectivo,
porque si realmente se quisiera ayudar, se pondría en conocimiento directamente
de aquel que puede solucionarlo, sin la intermediación de Internet.
De todas formas, afortunadamente, el internauta cada
vez es mas consciente de estos hechos y comienza a revelarse contra estas
prácticas, dejando en la misma Red sus comentarios en contra.
Esperemos que siga cundiendo el ejemplo, por el bien
de Isla Cristina.