Isabel López y Mª del Carmen Beltrán durante la lectura del manifiesto |
25/11/12.- En la tarde de hoy
domingo, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, los andalucistas
isleños han querido sumarse, como otros años, a esta protesta silenciosa y que
ha congregado a numeroso público para oír y apoyar el Manifiesto Andalucista en
el que se pide, entre otros asuntos, el cumplimiento íntegro de las penas del
maltratador.
Ante medio centenar de simpatizantes,
militantes y numerosos isleños sin color político alguno, la Vicesecretaria Local
Andalucista, Isabel López y la
Secretaria de Juventudes, María del Carmen Beltrán, con un
gran lazo como símbolo de la lucha contra el maltrato machista como testigo, han dado a conocer el Manifiesto Andalucista
contra la Violencia
hacia las Mujeres de este año 2012 que este año fue dedicado a la isleña que
recientemente fue agredida en Lepe y cuyo autor ha tardado menos en ponerse en
libertad que en ser detenido.
López fue desgranando cada renglón,
cada párrafo del documento que aporta la denuncia explícita contra la misma
sociedad, como la exigencia del cambio de las leyes y entre otros asuntos pidió
“el cumplimiento íntegro de penas para el maltratador, sin posibilidad de que
los condenados por sentencia judicial firme no ingresen en prisión a cambio de
asistir a cursos de rehabilitación”, además de “un registro público de
condenados por sentencia firme por maltrato”.
“Desde 1999 al día de hoy -siguió la
andalucista-, los andaluces podemos lamentarnos y avergonzarnos de haber dejado
morir a 173 mujeres en nuestra tierra de las 858 españolas asesinadas por sus
parejas en estos doce últimos años. En lo que va de año, el total de mujeres
víctimas mortales de violencia contra la mujer en España son 49 y, de ellas, 6,
lo fueron en territorio andaluz. Pero la desgracia no queda ahí, porque a ésta
hay que sumar los 31 huérfanos que vivirán siempre con el recuerdo de que su
madre murió a manos de un maltratador”.
Por estos motivos y otros, Isabel
López pidió el cambio urgente de la legislación, porque “entendemos que no
bastan manifestaciones silenciosas ni actos populares de repulsa, porque hasta
esos gestos de protesta, por su habitualidad, los hemos convertido en
cotidianos. Y es que, cuando la agresión física se produce, con o sin resultado
de muerte, quien tiene en sus manos el cambiar el rumbo de esta situación,
tiene ya poco que hacer, salvo apoyar a las víctimas, si han logrado sobrevivir
al ataque, y asesorarlas para que pierdan su miedo y denuncien”.
El texto lo continuó María del Carmen
Beltrán al decir que “no podemos obviar que son las mujeres andaluzas, en un
porcentaje demasiado alto y contradictorio con la tan traída y llevada Ley de
Igualdad, las que educan en el hogar a sus hijos e hijas. Si esos niños y niñas
reciben de sus madres, abuelas, tías y otras familiares, instrucciones que les presentan ciertos
comportamientos en los hombres como normales, o que les otorgan, por ser de uno
u otro sexo, determinados roles societarios, esas niñas y niños terminarán por
asumir como ciertas e incuestionables tales enseñanzas y seguirán transmitiendo
las mismas, de generación en generación”.
Para terminar, la Vicesecretaria Local
Andalucista propuso otras metas para la erradicación de esta lacra social como
“que nuestros legisladores no tengan que hablar y distinguir entre hombres y
mujeres porque los legislados sabrán que esas normas son indistintamente
aplicables a todos; el PA se dará por satisfecho cuando, en el ámbito laboral,
el ser mujer no sea un impedimento empresarial para contratarla; el PA se
sentirá orgulloso cuando los medios de comunicación no deban retirar anuncios,
y los publicistas no reciban llamadas de atención, porque sepan distinguir qué
imágenes o frases atentan contra la mujer”.
Otras metas que los Andalucistas
consideran alcanzables y por ello dignas de lucha, como que “en ningún Tribunal
Español y Andaluz, en el que se esté enjuiciando un delito de índole sexual
contra una mujer, se escuche la pregunta a la víctima de cómo iba vestida,
porque entonces habremos dejado de considerar a la agredida como incitadora de
la agresión; el PA verá sus deseos cumplidos cuando ningún Partido Político
haga uso de un tema tan serio como la Violencia de Género para banalizarlo y dejarlo
reducido a muletilla en la que apoyar varias de sus propuestas legislativas
que, en realidad, persiguen fines muy distintos a esa lucha por erradicar la
violencia machista o la discriminación por razón de sexo”.
En definitiva, Isabel López y María
del Carmen Beltrán, en nombre de todos los andalucistas isleños, “como último y
final objetivo, se propone la descabellada idea de terminar con el 25 de
noviembre como Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género, y
ello por la sencilla razón de que cuando ello ocurra, será porque dicha
violencia habrá sido erradicada definitivamente”.
El acto terminó, como en todos
los actos andalucistas, con el canto del Himno de Andalucía.