José Pereira Noya, además de un andalucista convencido, era el responsable del cañón de luz
que dirigía magistralmente desde la cabina de sonido y luces, además de estar
siempre dispuesto a ayudar en todo lo relacionado con la electricidad del
teatro municipal. Los directores de las agrupaciones carnavaleras le conocían,
se dejaban aconsejar y ya se habían acostumbrado a su forma de trabajar, por lo
que era muy apreciado y respetado.
Por este motivo, y en forma de homenaje, se le recordó
sobre el escenario del Teatro “Horacio Noguera” con la entrega de un diploma a
uno de sus hijos y yerno, reconociéndole los años trabajados en pro de la Fiesta isleña por
excelencia. La Teniente
de Alcalde y Concejala de Festejos, precursora del homenaje, Isabel López, dijo
que “fue un hombre que siempre amó el carnaval y estaba dispuesto a colaborar
cada vez que se le llamaba, era muy querido entre sus compañeros y, además de
un magnífico profesional, una bellísima persona”.
También los compañeros, técnicos y tramoyistas del
teatro, quisieron unirse a la concejala en este merecido homenaje, y en un acto
íntimo, han colocado un azulejo entre bambalinas con el fin de recordarle
siempre, al igual que se hiciera también en su día con el isleño que le da nombre
al teatro, el polifacético artista Horacio Noguera.