Hace cien años, la ciudad malagueña de Ronda, acogió una reunión de andaluces ávidos de darle voz propia a nuestra Tierra, ahora, un centenario después, la Mesa Blas Infante, aquella que naciera de gobiernos Andalucistas, como el que lideraba entonces Paco Zamudio y su concejal Juan García, nacía para unir pueblos donde vivió o ejerció su andalucismo Blas Infante, posteriormente Padre de la Patria Andaluza, se vuelve a reunir en el mismo para seguir reivindicando lo mismo, "la defensa de Andalucía" con mayúsculas y en todos sus sentidos.
De esta nueva reunión ha salido el Manifiesto que a continuación os trasladamos íntegro para la reflexión individual y colectiva de cualquier Andaluz que sienta su Tierra como lo primero.
A cien años de la Asamblea de Ronda, seguimos
defendiendo Andalucía
Hace cien años, las piedras de las calles de la milenaria
ciudad de Ronda, se llenaban de hombres ilusionados, expectantes, que llegaban
desde todos los puntos de la geografía andaluza, dispuestos a reconocerse entre
ellos como hermanos y ansiosos de un futuro mejor para su tierra, para
Andalucía, tras mirarse en un espejo de pasado glorioso.
Resonaban en la memoria de muchos de ellos, con la
histórica figura de Blas Infante a la cabeza, los ecos de aquella Constitución
nacida en Antequera, donde se reconocía a Andalucía como un Estado propio
dentro de una hipotética república federal española.
En Ronda se discutió sobre centralismo, sobre el problema
agrario y la pobreza existente en Andalucía, pero también se habló de un país
llamado Andalucía y que reclamó para sí este título ante la Sociedad de
Naciones, el antecedente histórico de la ONU. Y este país se dotó de sus
propios símbolos, la bandera blanca y verde, la arbonaida, de tanto arraigo
histórico, y el escudo, con la mítica figura de Hércules.
Las bases de una nueva Andalucía estaban puestas y
continuarían afianzándose en la Asamblea de Córdoba de 1919 donde la
proclamación de una realidad nacional será ya imparable.
Hoy, los municipios que conformamos la llamada Ruta de Blas
Infante seguimos defendiendo Andalucía, mucho más allá de aquella imagen
bucólica de bellos jardines de Al-Andalus o las que pudieran tener los viajeros
románticos del siglo XIX.
Luchamos por Andalucía, por nuestros pueblos, como ejemplo
vertebrador del esfuerzo de su gente, de una gente que lucha día a día por su
futuro, que se muestra orgullosa de su pasado, y que quiere, que queremos, más.
Por eso esta Ruta no se queda únicamente en un recorrido
turístico más o menos guiado por los monumentos de nuestras ciudades, sino que
tras los pasos de Blas Infante, de los lugares relacionados con su biografía,
descubrimos la Andalucía real, la de unos campesinos que todavía tienen que
reivindicar el pan para sus hijos; la Andalucía que en el mar ve riqueza,
pesquera y turística; la Andalucía que defiende, como hicimos el pasado año, y
seguiremos haciendo, los valores naturales de nuestra tierra, ejemplificados en
el Parque de Doñana; en fin, una Andalucía luchadora por un futuro mejor donde
todos tienen cabida, porque Andalucía es tierra de acogida, y lucha “por sí,
los pueblos y la humanidad”. ¡Viva Andalucía!