El portavoz del Partido Popular de Isla Cristina vota una cosa en Huelva y otra en Isla Cristina.
Se comportó de forma insolente y chulesca, arremetiendo contra todo y todos.
El Portavoz del Partido Popular de Isla Cristina, Paco González, no tuvo un buen “estreno” en el Pleno Orgánico recién celebrado en el Ayuntamiento de Isla Cristina. Además, el también Diputado Provincial por “la Costa”, llegó a decir, por dos veces, que “del Empalme para arriba me importa todo un pimiento”, en referencia al enclave geográfico donde termina el municipio.
El Partido Andalucista isleño, desde donde también han salido Diputados Provinciales por la Costa, el más reciente el actual Portavoz en el Ayuntamiento isleño y Primer Teniente de Alcalde, Francisco Zamudio, el cual siempre ha tenido y demostrado un respeto enorme por todo y cada uno de los pueblos que componen la provincia de Huelva, y más concretamente la Costa onubense, por la que salió elegido, no entiende cómo el Partido Popular puede permitirle a uno de sus diputados provinciales que diga semejante barbaridad, con tanta chulería, que de forma tan despectiva hable de cada una de las localidades onubenses. Hay muchas formas de defender una postura política, la soez no es la correcta.
Y sin olvidar las malas formas, entremos en el fondo. Y el fondo no es otro que la “hipocresía” del Sr. González, porque como Diputado Provincial votó una cosa, es decir, en Huelva, en la Diputación Provincial, junto con los otros doce miembros de su grupo, votó a todo que sí, incluyendo que cobrarán, como grupo, 12.000 € mensuales, tendrán a su portavoz y viceportavoz liberados, coche oficial cada vez que quieran, secretario y tres asesores, y aquí, en Isla Cristina votó justo lo contrario, a todo que no.
El Sr. González venía al pleno con la lección bien aprendida, venía a oponerse a todo, independientemente de que el Equipo de Gobierno haya demostrado un gran esfuerzo ahorrando en los sueldos de los políticos y asesores en 1,2 millones de euros para estos cuatro años, porque, como no podía ser de otra forma, se ha reducido todo lo reducible. Se han bajado los Tenientes de Alcalde de 7 a 5 (menos sería una irresponsabilidad), bajan los concejales a 11 (la corporación anterior eran 12), uno de ellos semiliberado a tiempo parcial, bajan los asesores a 4, la Alcaldesa no cobrará del Ayuntamiento, sino de la Diputación Provincial, y, lo más importante, todos y cada uno de los sueldos bajan drásticamente porque el Equipo de Gobierno isleño se ha acogido a la recomendación, que no obligación, de la FAMP, Federación Andaluza de Municipios y Provincias, organismo regional donde están representados todos los partidos políticos, incluido el del Sr. González, el Partido Popular.
En su comunicado de prensa intentan enturbiar con argucias gramaticales dejando entrever que, por ejemplo, y aunque el sueldo de la Alcaldesa no saldrá del Ayuntamiento, dicen, “mantiene su asignación en el Ayuntamiento”. Esto se le explicó claramente al Sr. González en el pleno, diciéndole que es lógico y normal, porque en caso de que, por cualquier motivo, dejara de percibir su asignación del Ente Provincial hay que tenerla presupuestada en el Ayuntamiento isleño, pero eso al Sr. González le dio igual, como ya le conocemos es insistente en sus argumentos, aún a sabiendas que son erróneos.
Dicen en el mismo comunicado que “el Partido Popular hizo una contra propuesta a los sueldos presentados”, y la argumentan, y la explican, y la exponen, y seguro que están convencidos de lo que intentan “vender” a la opinión pública. Pues bien, si la propuesta es tan buena, por qué no se la proponen también a los Ayuntamientos donde gobiernan el Partido Popular o allí donde han llegado a acuerdos económicos sustanciosos.
Por último, sobre que el Sr. González cobre o no en la Diputación Provincial, cobre o no de su partido, no es una cuestión que le preocupe al Partido Andalucista o al Grupo Municipal Andalucista en el Ayuntamiento, a quien realmente les debería preocupar es al Grupo Popular, porque son realmente a quienes les debe, el Sr. González, lealtad como compañero.
