10 de Noviembre de 2010
La policía y ejército marroquí desalojan por la fuerza el Campamento Saharaui.

Los Andalucistas manifiestan su repulsa por la agresión.

El Gobierno español y la Junta de Andalucía deben ayudar a parar la espiral de violencia que el gobierno marroquí ha desatado contra la población saharaui acampada en El Aaiun y que continúa en estos momentos por el resto de la ciudad.

Independientemente del número de muertos y heridos que finalmente se confirmen, la agresión sufrida por los habitantes del campamento de la dignidad, que reivindicaban simplemente una mejora de las condiciones de vida en esta zona del antiguo dominio español, no tiene ninguna justificación desde el punto de vista de los derechos humanos.

Utilizar helicópteros, bombas de humo, agua hirviendo, balas de goma y armas de fuego contra una población indefensa, con niños y ancianos incluidos, durante la noche denota una falta de respeto a los derechos humanos que indican claramente que en Marruecos no se respetan los derechos humanos.

Más grave puede volverse la situación si las autoridades marroquíes permiten la actuación de civiles armados para reprimir las lógicas reivindicaciones saharauis. Ello puede provocar una situación de guerra civil que impida cualquier salida negociada al conflicto de soberanía territorial que se trata de auspiciar desde la ONU.

La censura mediática, con agresiones incluidas a periodistas españoles, que ha decretado el gobierno marroquí, además de oscurecer la represión ejercida solo puede alentar episodios de violencia que en nada contribuyen a pacificar la zona.

Por ello los andalucistas exigimos al gobierno central una urgente presión sobre el gobierno marroquí directamente y ante los organismos internacionales, para que pare inmediatamente esta ola de terror desencadenada contra la población civil saharaui, incluyendo la llamada a "consultas" del embajador marroquí.