El aspecto que presenta la sede de la
Delegación de Medio Ambiente es de abandono absoluto. En el exterior no queda
nada de lo plantado y el interior se mantiene gracias a la última reforma
llevada a cabo por los andalucistas durante la legislatura anterior
El exterior de La Casita Azul presenta un aspecto de absoluto abandono |
3/11/16.- Los rumores sobre el
abandono del exterior de la sede donde se encuentra la Delegación Municipal de
Medio Ambiente, que dirige la segunda Teniente de Alcalde y socia del
tripartito, Montserrat Márquez (Ciudadanos por Isla), eran insistentes, aunque
los andalucistas nunca llegamos a suponer hasta qué grado de dejadez hablaban.
Es peor de lo que nos imaginábamos y
a las fotografías nos remitimos. Toda la zona circundante del edificio está en
un total e inexplicable abandono. Los parterres que contenían las especies
autóctonas de la zona se han secado por la falta de riego y los árboles que
quedan se mantienen por sí solos, la valla perimetral ha desaparecido casi por
completo y las malas yerbas crecen a sus anchas.
Recordemos que durante la legislatura
anterior, La Casita Azul recibió una importante inyección económica, gestionada
por un concejal andalucista, que remodeló por completo el edificio y sus
contenidos, todo publicitado en internet, con página web propia, entre otras,
para divulgar lo que allí se hacía, por quienes se hacía y a quienes iba
dirigido.
Una de esas remodelaciones se realizó
en el exterior del edificio, un recinto de unos 2.000 metros
cuadrados que se valló con madera tratada
medioambientalmente, se plantó una representación de la flora local, como
higueras, jara, romero, pinos y otras, tituladas con letreros que describían
las especies. Se dedicó personal municipal a su mantenimiento y conservación, con
el fin de ir aumentando, de forma progresiva, este nuevo patrimonio natural.
Todo esto se ha perdido. Ya no queda
nada, a excepción de algunas maderas que aguantan el inoxerable paso del tiempo,
hasta que caigan por sí solas o sean pasto de los vándalos. La mayoría de las
plantas ya no están, los árboles muriendo y quedando las zonas acotadas para
tal fin vacías y llenas de yerbajos. Los medios informativos propios creados en
internet fueron cerrados hace tiempo. Colegios enteros, de Isla Cristina y
otros municipios cercanos la visitaban y recibían clases didácticas sobre el
terreno, los turistas conocían nuestro patrimonio y otros ayuntamientos
copiaban la fórmula de gestión. Ya nada de esto se puede hacer porque lo que se
enseñaba, ya no está.
Los andalucistas isleños, que tanto
interés pusimos en rescatar el edificio, rehabilitarlo y darle contenidos, no
entendemos cómo se puede abandonar de esta manera una infraestructuras que
sumaba en el patrimonio natural de Isla Cristina, máxime cuando Montserrat
Márquez, en cada pleno, nos llega con mociones solicitando subvenciones a todos
los estamentos y administraciones, para todo tipo de proyectos, que luego no se
materializan o son rechazadas, y aún no haya pedido ninguna para ésta. Márquez
se aferra a discursos muy bien construidos pero vacíos de contenido, bonitas
palabras y nada más; cómplice de un E.R.E. que despidió a un técnico, que formó
parte del rediseño del edificio, y a un peón que cuidaba lo que ahora está
abandonado a su suerte; pero que continúa, ella y su grupo, manteniendo en el
sillón a la alcaldesa, con el único objetivo de subsistir económicamente y
terminar la legislatura percibiendo un importante sueldo mensual.