El resto de
concejales y el público que asistía al pleno abandonaron la sala “en
solidaridad con sus compañeros”
(*) Pleno completo al final de la noticia
(*) Pleno completo al final de la noticia
Algunos despedidos municipales se colocaron mordazas en la boca, en señal de protesta contra la alcaldesa |
29/6/16.-
De nuevo lo ha vuelto a hacer, la alcaldesa isleña, la ex andalucista y ahora
independiente Antonia Grao, apoyada por sus socios de gobierno, Francisco
González (PP) y la ex socialista, ahora también independiente Montserrat
Márquez (CxI), ha vuelto a protagonizar otro incidente en el último pleno
celebrado esta semana en el ayuntamiento isleño al expulsar de la sala al
portavoz andalucista y al portavoz de la Plataforma de Afectados por el ERE. En
solidaridad con los expulsados, tanto el grupo andalucista, como el socialista,
y público asistente, abandonaron la sala, por lo que tuvieron que acabar el
pleno solos, los doce miembros del equipo de gobierno municipal.
La sesión ya
apuntaba maneras nada mas comenzar, ya que la alcaldesa, como en el anterior
pleno, volvió a amenazar con expulsar a todos los asistentes a la más mínima
expresión o muestras de queja respecto a lo que allí se iba a tratar, por lo
que algunos de los miembros de la Plataforma de Afectados por el ERE del
Ayuntamiento de Isla Cristina, que asistían como público, se colocaron mordazas
en los labios en señal de protesta, un hecho que desagradó al gobierno local.
Entrando en
materia, decir que los andalucistas presentaron tres mociones al plenario,
siendo todas rechazadas por el Equipo de Gobierno. La primera de ellas hacía
referencia a la petición de poder acceder a la emisora municipal por parte de
los grupos de la oposición y asociaciones o colectivos que, hoy en día, están
vetados. Como dijo Isabel López en su exposición, “esta es una moción que viene
a reclamar el derecho que tenemos, como miembros de la corporación municipal y
ciudadanos, que se nos escuche a través de la emisora municipal”.
Para la
concejala andalucista, “sabemos que hay orden a los miembros de la radio para
que no se nos entreviste en los actos a los que asistimos y se nos prohíba el
acceso a la emisora para exponer lo que consideremos oportuno”. López, como
argumento, le recordó a Grao que “ya en febrero, usted afirmó que la radio
estaba disponible para los grupos de la oposición y otros colectivos, y no está
ocurriendo, seguimos vetados y no podemos acceder a los micrófonos de la radio
pública”. “No pedimos estar todos los días, solo aquellos que consideremos que
tenemos que decir algo importante”, continuó diciendo López, “muchos isleños
pensamos que la radio no está siendo objetiva, transparente, ni imparcial
porque está sometida a los dictados del equipo de gobierno”, concluyó la
andalucista.
Llegado el
momento de la votación, como era de esperar, el equipo de gobierno votó en
contra y, por lo tanto, como dejaron constancia Zamudio, López y parte del
público asistente, “habéis votado contra la libertad de expresión”. En concreto,
Zamudio les advirtió que habían incurrido en “una ilegalidad” al ir contra uno
de los preceptos que contempla la Constitución Española, "la ley no
permite esto y sin embargo os la habéis saltado a la torera, era ya lo que me
faltaba por ver”.
La
siguiente de las mociones, también andalucista, pedía la “desaprobación de la
alcaldesa” por su actitud durante el pleno anterior, y cuya sesión concluyó sin
haberse debatido todos los puntos y sin ninguna explicación al respecto.
Zamudio, en este sentido recordó que este hecho, "en todos los años de
democracia, jamás había ocurrido, que una alcaldesa levantase la sesión
quedando puntos por tratar”.
El
andalucista, buen conocedor del reglamento orgánico de los ayuntamientos, entre
otros motivos porque es licenciado en derecho y alcalde durante doce años, le
recordó a Grao que “aunque la alcaldesa sea quien dirija la sesión, no puede
saltarse la ley y ésta dice que podrá suspender, retrasar o posponer un pleno,
tiene facultad para hacerlo, pero lo que nunca puede es terminarlo cuando aún
quedan puntos pendientes y no reanudarlo a otra hora o día”.
Por este
motivo, andalucistas y socialistas presentaron una queja formal en el registro
del ayuntamiento y de la que todavía, pasado un mes y celebrado otro pleno, no
han obtenido respuesta, lo que para Zamudio "es inaudito, no hay
justificación legal para hacer lo que usted ha hecho e inaceptable que usted
–en referencia a la alcaldesa- intente justificar la suspensión del pleno
porque el público le impidió continuarlo, porque no es cierto”.
El momento
más tenso llegó durante la intervención de la segunda teniente de alcalde y
socia de gobierno con Grao, Montserrat Márquez, quien, además de airear durante
el pleno interioridades y conversaciones privadas con sus antiguos compañeros
socialistas, acusó a Zamudio y a la anterior alcaldesa, María Luisa Faneca, de
no haber celebrado un pleno sobre la Zona O.R.A. en agosto de 2014, a lo que le replicó
Zamudio que “si el servicio de aparcamiento salió adelante es porque se
siguieron todos los pasos que marca la ley, usted mezcla las cosas para desviar
la atención, en agosto nunca se han celebrado plenos en este ayuntamiento
porque políticamente es inhábil”.
A partir de
aquí se inició un diálogo entre ambos concejales que la alcaldesa cortó de raíz
expulsando al andalucista, el cual abandonó la sala, no sin antes mostrar su
más enérgica repulsa “a la actitud dictatorial de la alcaldesa, a quien se le
ha vuelto a ir el pleno de las manos”. Mientras éste desalojaba la sala, el
público comenzó a increpar la decisión de la primera edil y es por lo que Grao
también ordena a la policía local a que expulsen al portavoz de los afectados
por el ERE, y es cuando todos los concejales de la oposición, incluidos los
socialistas, abandonan el pleno “en solidaridad con los expulsados y en
protesta por las formas de Antonia Grao, en connivencia con sus socios de
gobierno”.
Para los
andalucistas “es significativo y retrata, tanto Francisco González (PP), como a
Montserrat Márquez (CxI) que por mantenerse en sus sillones y seguir cobrando
sus abultadas nóminas, justifiquen lo injustificable, las formas dictatoriales
de una alcaldesa a la que el cargo le queda grande”.
Como es
lógico, la última de las mociones andalucistas no se pudo debatir, la que pedía
que se cumplieran las mociones aprobadas por el plenario y que algunas “duermen
en los cajones por la desidia de un equipo de gobierno que está obligado a velar
por sus cumplimientos”. Aquí de nuevo se puso en evidencia la falta de respeto
a los grupos de la oposición por parte el gobierno local, al rechazarse sin que
ésta pudiera ser defendida por su portavoz. Como dijo Zamudio al salir del
pleno, “era de esperar que no aparcaran la moción para el pleno siguiente y
poder dar las explicaciones oportunas del por qué la presentábamos, sino que
ellos solos, en soledad y con alevosía, la rechazaron con el fin de que no se
volviera a debatir, pero no me sorprende, son las formas a las que nos tiene
acostumbrado esta señora y sus socios”.
Ahora, los
andalucistas estudiarán en profundidad todo lo acontecido en este último pleno
que, unido a lo sucedido en el anterior, y ante la actitud en la que se han
posicionado todos los miembros del Equipo de Gobierno Municipal, no descartan
acudir a los tribunales con el fin de salvaguardar los derechos que les asisten
como ediles electos y restablecer lo que la ley les da pero que el Equipo de
Gobierno isleño está empeñado en negarles.